Primero conviene recordar que la información no ha desaparecido
se ha hecho, más o menos, de pago. Sí
vamos a poder seguir viendo las palabras clave de acceso cuando vengan a través
de anuncios de Adwords, servicio de pago Google, con lo que es sencillo llegar
a la conclusión de que lo que ha hecho Google es hacernos adictos a una
información gratuita muy valiosa, para
después hacernos pagar por ella.
Sé que es un fastidio, pero lo que no tiene lógica es
enfadarse con Google. Lo que es ingenuo es creerse la imagen de Buen Samaritano
de la red que trasmite Google, o dejarse
convencer por el "Don't be evil" creyendo que Google es el mejor (e
incondicional y desinteresado) amigo del internauta. Gracias a las propias
características de Internet, Google desarrolla una estrategia de afiliación y
fidelización a través de la oferta masiva y mundial de servicios valiosos
gratuitos, hasta ahora, ¿qué empresas de la economía llamemos tradicional hacían
eso? Vale, es innovador y nos ha simplificado mucho la vida, pero al final, que
no se nos olvide, esta gente trabaja para ganar dinero, y mucho.
El problema estará probablemente en la excesiva posición de
dominio de Google en el mercado, que dependiendo de los países es normalmente
aplastante. Yo uso un montón los servicios que ofrece Google (este blog mismo),
me parecen muy prácticos y bien diseñados, pero no se me olvida con quien
trato. Qué datos, que parte de nuestro negocio ponemos en sus manos o
simplemente qué imagen tenemos de ellos debe de estar siempre condicionada a la
realidad de que es una empresa multinacional, a la búsqueda del beneficio y con
una posición de dominio sobre el mercado que, sinceramente, asusta. De Snowden
hablaremos otro día.
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